Está claro que los intereses de unos, menospreciando soluciones que evitarían el colapso de licencias en un futuro, pueden hacer que se llegue a algo como en el Área de Barcelona, pues los errores pasados traen hoy al sector barcelonés a una actividad tan poco rentable que se ve sometida a los caprichos de mediocres políticos como los que existen en el Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona.
Hace ya algún tiempo que el GTI hizo una reunión abierta a todos los taxistas en el hotel AC del Fórum en la que se explicó un proyecto que iba a ser para que el taxista autónomo de Barcelona pudiese tener una organización propia que le abaratase los costes de explotación. Esta asamblea no mereció el interés general de los afectados y se decidió a no hacer nada, como siempre.
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