Hace ya algún tiempo que el GTI hizo una reunión abierta a todos los taxistas en el hotel AC del Fórum en la que se explicó un proyecto que iba a ser para que el taxista autónomo de Barcelona pudiese tener una organización propia que le abaratase los costes de explotación. Esta asamblea no mereció el interés general de los afectados y se decidió a no hacer nada, como siempre.

En aquel entonces el trabajo no iba mal y la mayoría no quiso perder cuatro horas de su trabajo para decidir un futuro mejor acudiendo a la reunión. Hoy estamos metidos en una crisis y nos quejamos de lo caro que está todo. Ahora no vale llorar puesto que nunca hemos hecho nada para prepararnos bien ante periodos de poca actividad.

El GTI nunca ha renunciado en intentar acabar con los abusos hacia el taxista, aunque no haya recibido más que críticas de este, y sigue empeñado en crear un centro de servicios del que se beneficien todos los que quieran mejorar sus condiciones económicas. Se intentó de forma que todos fuésemos cooperantes, y fracasó por desinterés del autónomo. Ahora lo intenta, junto a la organización ATAC dentro de la Federación FATI, de forma que el taxista no se implica de pleno pero se puede beneficiar de estos servicios creando un auténtico centro de servicios en lo que se incluye talleres, gestoría, seguros, escuela, taxímetros, fondos de accidentes, emisora, etc. Todo lo que se necesita para que la actividad nuestra no este del todo en manos de los que siempre han gozado de “exclusividad” y con lo esto conlleva.

Hacer un centro de servicios integral que abarate los costes de explotación es una necesidad que ya hace muchos años que debía existir. Evitar el monopolio de estos servicios es fundamental. Que el autónomo esté en un lugar donde se rodee de otros autónomos será la clave para que en el futuro se puedan concretar grandes grupos que puedan ejercer la explotación de sus licencias en plena competencia a las flotas tradicionales, de este modo tener la fuerza suficiente para no ser vapuleados en cualquier reunión con la administración por tener esta el beneplácito de otras organizaciones antiguas que llevan muchos años “manejando” el sector para su propio y legítimo interés. Ahora es la oportunidad de cambiar todo esto y que cuando el GTI o ATAC hable, lo haga en nombre del autónomo para el propio y legítimo interés del autónomo.

Tenemos otra oportunidad. El riesgo lo corren otros. Sólo depende de nosotros que acudamos a esta iniciativa tan costosa y tengamos un lugar donde nos atiendan sin cobros abusivos y, quién sabe, donde el autónomo se agrupe para no ser el sacrificado de siempre.

No faltarán las críticas de los de siempre y de aquellos que tan “valientemente” escriban sin firmar sentencias como que se está agrandando el  “chiringuito”. Es normal, pues entre tantos siempre hay quien desde la barrera ve las cosas muy cómodas. Esperemos que estos fracasen, pues significaría el triunfo de todos.